Pasos para medir la radiación electromagnética en casa
A continuación voy a explicarte en profundidad cómo medir la radiación electromagnética en casa, pero lo haré en términos prácticos. Así que hablaré sobre los distintos tipos de radiación electromagnética, los motivos por los que resulta peligrosa y cómo puedes medirla por tu cuenta.
Intentaré ser lo más detallado posible para que sepas de forma práctica qué es lo que tienes que hacer exactamente y cómo debes interpretar la información.
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Midiendo la radiación electromagnética – Conceptos básicos
Para poder entender qué es lo que vamos a hacer es necesario hablar un poco sobre lo que es la radiación electromagnética.
Técnicamente, los campos electromagnéticos (o EMF, por sus siglas en inglés) son campos físicos producidos por un objeto con carga eléctrica. Se pueden dividir en tres tipos:
- Frecuencias de radio (o radiofrecuencias)
- Campos eléctricos
- Campos magnéticos
La exposición prolongada por parte de las personas a la radiación producida por los campos electromagnéticos posee efectos biológicos negativos. Sin embargo, la radiación EMF está por todas partes: desde los teléfonos móviles hasta los ordenadores portátiles, pasando por los contadores inteligentes y los hornos microondas.
Normalmente la radiación electromagnética se puede clasificar dependiendo de su frecuencia y de su intensidad. De esta manera, podrás oír hablar de cosas como frecuencias extremadamente bajas (o ELF, por sus siglas en inglés) para hacer referencia a una parte del espectro de frecuencias.
Frecuencia
La ventaja de entender la frecuencia de la radiación electromagnética es que a menudo permite determinar la fuente de dicha radiación. De esta manera, es posible asociar determinadas frecuencias a fuentes conocidas.
Intensidad
Cuando medimos la radiación EMF normalmente se mide la intensidad de la radiación, no la frecuencia. Dicha intensidad se mide de distintas maneras, dependiendo del tipo de radiación electromagnética y del lugar en el que vivas. En Internet podrás encontrar multitud de calculadoras y convertidores entre las distintas unidades utilizadas.
Pero veamos con algo más de detalle en qué consisten tanto la frecuencia como la intensidad de la radiación electromagnética, de manera que podamos entender del todo cómo medir la radiación electromagnética en casa.
Midiendo frecuencias
Las frecuencias casi siempre se miden y se indican en hercios (Hz), que básicamente indican la cantidad de ciclos por segundo.
Un lugar bastante común en el que puedes encontrarte con esta unidad es en las radios FM, que indican la frecuencia exacta que estás sintonizando. Por ejemplo, si escuchas la radio en 95,3 quiere decir que el aparato está recibiendo la señal a 95,3 megahercios (es decir, 95.300.000 hercios). Esta señal es captada por la radio, que la traduce en sonido que puedes escuchar.
Sin embargo, cuando hablamos sobre lecturas de radiación electromagnética, la frecuencia de la señal que detectamos usando el ajuste de radiofrecuencia (o RF) del medidor EMF sólo nos ayuda a averiguar cuál es la fuente, no el nivel de intensidad.
Además, la frecuencia también es útil para determinar si hay electricidad sucia presente en el cableado de tu casa, ya que dicha electricidad emite en una frecuencia determinada.
Pues bien, ahora que ya sabemos un poco más sobre la importancia de las frecuencias electromagnéticas, hablemos un poco sobre la intensidad.
Midiendo la intensidad de la radiación electromagnética
Prácticamente todos los medidores EMF son lo que se conoce como medidores de Gauss, por lo que son capaces de medir campos magnéticos. Cuanto mayor sea la calidad del medidor EMF, normalmente ofrecerá más precisión a la hora de indicar la intensidad de la radiación.
En la Unión Europea y en otras partes del mundo, la intensidad de los campos magnéticos se suele indicar en microteslas (μT). Sin embargo, en países como Estados Unidos normalmente se indica en miligauss (mG). En cualquier caso, debes hacerte con un medidor EMF que sea capaz de indicar al menos 0,01 microteslas o 0,1 miligauss.
Algunos medidores EMF baratos no son capaces de medir valores inferiores a 1 miligauss, por lo que no resultan útiles para las personas que son muy sensibles a la radiación electromagnética y que pueden verse afectadas de forma negativa por cantidades mucho menores.
Por otro lado, un medidor EMF también permite medir la intensidad de la radiación producida por un campo eléctrico. Normalmente se indica en voltios por metro.
Pues bien, ahora que ya entendemos algunos conceptos básicos, pasemos a otras cuestiones más prácticas.
Cómo medir la radiación electromagnética en casa – Guía práctica
En el mercado podrás encontrar un montón de medidores EMF excelentes. Obviamente, para seguir este apartado vas a necesitar uno que sea capaz de medir estos tres tipos de radiación electromagnética:
- Campos eléctricos
- Campos magnéticos
- Frecuencias de radio (o radiofrecuencias)
Ahora bien, los pasos son muy sencillos sin importar cuál sea el medidor EMF que vayas a usar.
Toma lecturas generales en la vivienda
Lo primero que debes hacer es usar tu medidor EMF para tomar medidas de cada estancia. Por ejemplo, puedes empezar con la sala de estar. Para ello necesitarás papel, lápiz y tu medidor EMF.
Empieza seleccionando el ajuste para medir campos magnéticos. Me gusta empezar por ellos porque los generan prácticamente todos los aparatos electrónicos que nos rodean. Por ejemplo, tu ordenador portátil emitirá una cantidad sorprendentemente elevada de campos magnéticos a medida que te acerques a él.
Así que sujeta el medidor EMF frente a ti y camina lentamente mientras mueves el dispositivo de un lado para otro.
Encuentra las fuentes de radiación
Si el medidor EMF indica un pico en la pantalla digital o si emite un pitido advirtiéndolo, muévete en esa dirección. Sigue las lecturas hasta que hayas encontrado la fuente de la radiación. Por ejemplo, esa fuente podría ser el frigorífico.
A continuación, sigue tomando lecturas mientras te mueves alrededor de la fuente, tomando nota de cuál es y de la lectura media que hayas tomado. Cuando hayas anotado esta información en tu cuaderno, sigue buscando más fuentes empezando por los campos magnéticos.
Tras hacerlo unas cuantas veces habrás podido localizar todas las fuentes de radiación, lo que resulta fundamental si quieres saber cómo medir la radiación electromagnética en casa. En concreto, las notas que hayas tomado te permitirán determinar cómo reducir tu nivel de exposición general. Esto se puede hacer eliminando las fuentes innecesarias o buscando formas de protegerte.
Presta especial atención a las zonas en las que pases la mayor parte del tiempo
Gracias a la cada vez mayor cantidad de estudios sobre la radiación electromagnética sabemos que el peligro de la exposición es acumulativo. Por lo tanto, el riesgo aumentará con la cantidad de radiación a la que te hayas expuesto a lo largo de tu vida. Ése es el motivo por el que resulta tan importante saber cómo medir la radiación electromagnética en casa, ya que así podrás centrarte en las zonas en las que pasas la mayor parte del tiempo.
¿Qué hay de los dispositivos inalámbricos?
Debes medir la radiación de radiofrecuencia que emita cualquier aparato con funcionalidad inalámbrica, incluyendo ordenadores portátiles, teléfonos móviles, dispositivos Bluetooth, contadores inteligentes, etc.
Así que supongamos que quieres medir la radiación electromagnética emitida por tu teléfono móvil. Colócalo sobre una mesa, sobre el suelo o sostenlo con una mano. Con la otra mano, apunta el medidor EMF hacia el dispositivo y vete acercándolo poco a poco. Empieza a unos 30 centímetros y acércate mientras vas anotando las lecturas. En este sentido, la radiación de radiofrecuencia casi siempre se mide en milivatios por metro cuadrado (mW/m²).
Fíjate sólo en las lecturas pico
El consejo más útil que puedo darte es que sólo te fijes en las lecturas pico cuando midas la radiación de radiofrecuencia que emiten los dispositivos inalámbricos.
De hecho, puede llegar a haber una diferencia de varios órdenes de magnitud entre la lectura media y la lectura pico. En el caso de los teléfonos móviles, el motivo es que la información se envía a través de las ondas de radio mediante paquetes de información. Por lo tanto, en lugar de producirse un flujo constante de radiación electromagnética, nos encontramos con pulsos de radiación provocada por ondas de radio, y también por campos magnéticos y eléctricos.
Esto es algo muy importante, sobre todo a la hora de tomar medidas de aparatos como los contadores inteligentes. Hay personas que cometen el error de pensar que las emisiones de radiación son bajas, pero en realidad no han esperado suficiente tiempo como para que se transfiera un paquete de datos o no se han fijado en la lectura pico.
Otros consejos sobre cómo medir la radiación electromagnética en casa
Algunas radiaciones son estacionales
Esto es especialmente cierto en el caso de la radiación electromagnética ambiental procedente de fuentes grandes, como las antenas de telefonía o las líneas de suministro eléctrico.
Por ejemplo, en un día cálido de verano pueden producirse enormes picos de radiación procedentes del tendido eléctrico, ya que las empresas de electricidad deben proporcionar grandes cantidades de electricidad cuando todo el mundo enciende sus aparatos de aire acondicionado.
Por lo tanto, para ser preciso debes tomar mediciones en distintos momentos del día. Es posible que tus vecinos utilicen más la electricidad y el WiFi cuando están en casa por la noche, por lo que las lecturas serán más elevadas.
Además, los habitantes de tu casa también podrían usar mucho más sus dispositivos inalámbricos por la noche, contribuyendo así a la contaminación eléctrica de tu hogar. Por eso todo esto es tan importante en lo que respecta a cómo medir la radiación electromagnética en casa.
Algunos dispositivos emiten más de un tipo de radiación electromagnética
Por ejemplo, es probable que un secador de pelo emita radiación de campo eléctrico y de campo magnético. Por su parte, un ordenador portátil emitirá grandes cantidades de radiación de radiofrecuencia (si está conectado al WiFi), pero también radiación de campo magnético.
Por este motivo, es importante que cambies los ajustes de tu medidor EMF con el fin de medir los distintos tipos de radiación.
Ten cuidado con los medidores baratos de campos electromagnéticos
En el mercado podrás encontrar un montón de medidores EMF baratos. Sin embargo, casi ninguno de estos modelos asequibles será capaz de medir la radiación de radiofrecuencia. Normalmente sólo detectan los campos eléctricos y magnéticos. Además, según mi experiencia, lo hacen de manera poco precisa. Así que aunque parezca tentador comprar un medidor EMF barato, desde mi punto de vista no merece la pena.
¿Cuánta radiación electromagnética es demasiada?
Ésta es una pregunta de difícil respuesta, ya que no existe un consenso sobre las cantidades específicas. Además de eso, depende en gran medida de la duración de la exposición a los distintos tipos de radiación electromagnética.
Conclusión
Saber cómo medir la radiación electromagnética en casa es el primer paso de cara a reducir tu exposición general. De hecho, se trata del paso más importante dentro de un enfoque integral para mejorar tu salud en lo que respecta a la exposición a los campos electromagnéticos.