¿Es posible aislar tu vivienda de las radiaciones electromagnéticas?
Si te preocupa cómo aislar tu vivienda de radiaciones electromagnéticas producidas por las antenas de telefonía móvil o las redes WiFi, puedes recurrir a innovadores materiales de blindaje o apantallamiento. En concreto, en el mercado podrás encontrar pinturas reflectantes, protectores para ventanas, tejidos, doseles, cortinas y mallas.
Navega por el contenido
- 1 Cómo medir los niveles de radiación
- 2 Cómo proteger una vivienda de la radiación
- 3 ¿Dónde se suelen aplicar las soluciones de protección frente a las frecuencias electromagnéticas elevadas?
- 4 ¿Cómo proteger un espacio de la radiación de las líneas de alta tensión
- 5 ¿Qué es una jaula de Faraday? ¿Cómo puedo construir una?
Cómo medir los niveles de radiación
Para medir los niveles de radiación que hay en los lugares en los que sueles estar a diario puedes usar un medidor de radiación de alta frecuencia y otro de baja frecuencia, o bien uno que combine ambas funciones.
Cómo proteger una vivienda de la radiación
La radiación electromagnética se mete en los edificios con facilidad a través de las ventanas (a menos que el vidrio tenga un revestimiento metálico), mientras que los muros la bloquean hasta cierto punto dependiendo de su grosor y del tipo de material estructural que usen.
Usar materiales especiales
Pues bien, si estás investigando sobre cómo aislar tu vivienda de radiaciones electromagnéticas, para conseguirlo puedes usar materiales de blindaje o apantallamiento que reflejan más del 99% de la radiación electromagnética gracias a su naturaleza conductora. Entre los mismos se incluyen tejidos, películas para ventanas, mallas, papel de pared y pinturas.
Proteger las ventanas
Las películas para ventanas con revestimiento metálico y las cortinas con hilos de cobre y plata se colocan en las ventanas para reducir significativamente los niveles de radiación procedente de fuentes externas (como las antenas de telefonía móvil). Esto se debe a que las ventanas son los puntos más vulnerables de penetración de la radiación electromagnética.
Utilizar pintura anti radiación
Las paredes de los edificios reflejan o absorben una parte de la radiación electromagnética externa, dependiendo de su grosor y del material del que estén hechas. Sin embargo, usando una pintura anti radiación es posible reducir aún más la radiación en un espacio determinado, lo que suele ser deseable si hay fuentes cercanas (como antenas de telefonía móvil a menos de 200 metros). Esta pintura se puede usar incluso en el suelo. De esta manera, es posible conseguir unas tasas de atenuación todavía más elevadas, incluso para la radiación de alta frecuencia. Al mismo tiempo, también estarás protegido de los campos eléctricos de baja frecuencia (procedentes de cables, electrodomésticos, etc.).
Proteger las paredes
En el caso de paredes que no estén enlucidas o de suelos que no hayan sido instalados, puedes colocar una malla especial de acero inoxidable. Como no se oxida, también se puede usar fácilmente en lugares expuestos al exterior. Por ejemplo, podrás clavarla a los muros exteriores.
Utilizar tejidos que reflejen la radiación
Los tejidos de protección frente a los campos electromagnéticos (que permiten reflejar la radiación) se pueden colocar debajo de un sofá o de una cama cuando la fuente de radiación esté por debajo (por ejemplo, procedente de un router inalámbrico de un vecino).
Doseles para camas
Entre otras soluciones prácticas para los dormitorios se encuentran los doseles anti radiación para camas. Éstos inhiben la penetración de la radiación desde todas las direcciones excepto la parte inferior de la cama (pero para eso puedes colocar un tejido de protección). Con estos doseles, reducirás al máximo los problemas de sueño provocados por las fuentes actuales y futuras de radiación, lo que te permitirá tomarte un descanso diario de la contaminación electromagnética.
La tasa real de atenuación de la radiación dependerá de la capacidad de reflexión de cada material y del porcentaje de cobertura de las superficies. Cualquier punto que no esté protegido es una fuente potencial de penetración que puede reducir la eficacia del resultado final. Y esto es muy importante si te preocupa cómo aislar tu vivienda de radiaciones electromagnéticas.
De esta manera, el uso de materiales de blindaje o apantallamiento que proporcionan atenuaciones de 20-40 dB (esto incluye pinturas, películas para ventanas, cortinas, doseles y mallas) sobre más del 50% de las superficies implica una reducción de los niveles de radiación de más del 90% en la práctica.
Ahora bien, si quieres conseguir tasas de protección de más del 99% (las cuales son deseables si registras más de 10.000 microvatios/m²), te recomiendo el uso de materiales que proporcionen una atenuación superior a los 50 dB (como papeles para pared, doseles y cortinas), o una combinación de dichos materiales (como cortinas con películas para ventanas) poniendo más énfasis en evitar lugares sin protección.
Por otro lado, la mayor reducción para protegerte de fuentes externas de radiación se consigue protegiendo las ventanas, las paredes y los suelos orientados hacia dichas fuentes. Si además proteges otras partes, también podrás disminuir la penetración de la radiación mediante reflejos. De esta manera, proteger todos los lados supone una medida de protección preventiva ante la posibilidad de que aparezcan nuevas fuentes de radiación en el futuro.
Las soluciones de protección electromagnética son especialmente recomendables en los dormitorios, ya que se considera que las interferencias electromagnéticas artificiales son más graves durante las horas críticas del sueño.
En este sentido, como las mallas metálicas normales suelen grandes aperturas, proporcionan tasas más reducidas de blindaje, sobre todo en el caso de las frecuencias más elevadas. Además, los materiales como el papel de aluminio no son adecuados para esta finalidad porque no son transpirables, suelen retener la humedad (provocando problemas de moho en las paredes) y se oxidan con el tiempo.
¿Dónde se suelen aplicar las soluciones de protección frente a las frecuencias electromagnéticas elevadas?
- En viviendas próximas a antenas de telefonía móvil, a repetidores de radio, etc. Las estancias más perjudicadas son las que poseen ventanas con contacto visual directo con las antenas.
- En bloques de pisos, debido a la presencia de multitud de redes y dispositivos inalámbricos.
- En zonas densamente pobladas, por la existencia de más antenas de telefonía móvil.
- En los pisos superiores de los edificios, ya que están expuestos a más tipos de radiación que las plantas bajas o los sótanos.
- En colegios, guarderías, salas de maternidad, hospitales, residencias de ancianos, etc. Esto se debe a la mayor sensibilidad de los niños, los fetos, las mujeres embarazadas, los enfermos y los ancianos frente a la radiación electromagnética.
- En hoteles, balnearios, centros médicos, clínicas, etc., que quieran crear zonas libres de radiación.
- En edificios de oficinas con un uso elevado de dispositivos inalámbricos.
- En casas hechas de madera o con muros delgados por los que la radiación pueda penetrar con facilidad.
Si te preocupa cómo aislar tu vivienda de radiaciones electromagnéticas, debes saber que los materiales de blindaje o apantallamiento son la única solución para protegerte de la cada vez mayor contaminación electromagnética producida por antenas (de telefonía móvil, de radio y televisión, etc.), redes inalámbricas (como las redes Wi-Fi), teléfonos inalámbricos, satélites, radares, redes WiMAX (Wi-Fi de largo alcance), antenas de edificios públicos, del ejército, de radioaficionados, de la policía, de empresas de seguridad privada, de empresas de taxis y de transportes, así como contadores inteligentes y una gran variedad de otras aplicaciones.
De hecho, una importante amenaza para la salud en el mundo actual es el “electrosmog” artificial. Esta contaminación electromagnética no ionizante de origen tecnológico es especialmente problemática porque no se puede detectar mediante los sentidos. En general, esta circunstancia hace que se tienda a promover una actitud bastante despreocupada, sobre todo en lo que respecta a la necesidad de asegurar unos niveles adecuados de protección personal. A pesar de ello, la naturaleza de esta contaminación hace que literalmente no haya ningún sitio en el que ocultarse.
¿Cómo proteger un espacio de la radiación de las líneas de alta tensión
Estas fuentes generan campos magnéticos debido a las fugas de corriente y a los campos eléctricos provocados por la presencia de voltaje.
Protección frente a los campos magnéticos
Los campos magnéticos son capaces de penetrar en la mayoría de los materiales sin verse afectados. Por lo tanto, los materiales aislantes frente a estos campos poseen una permeabilidad muy elevada y “tiran” de las líneas de campo magnético para que pasen por su interior, reduciendo así los valores en sus alrededores. Además, son muy caros.
Al contrario de lo que mucha gente cree, materiales como el cobre, el plomo o el aluminio no son adecuados para aislar de los campos magnéticos porque tienen una permeabilidad muy baja (de alrededor de 1). Por contra, los materiales usados para aislar de estos campos son aleaciones de metales y materiales cerámicos con una permeabilidad mucho más elevada (de más de 2.000).
Además, normalmente es necesario proteger las ventanas de las estancias que las tienen para así conseguir una reducción significativa. También es posible crear estructuras específicas que cubran sólo algunas zonas (como un lugar de trabajo, una cama, etc.).
Debido al coste y a su limitada eficacia, sólo se recomienda el uso de estos materiales en casos con niveles muy elevados de radiación en los que no puedas distanciarte de la fuente. Por otro lado, la protección frente a transformadores pequeños, motores y paneles eléctricos es relativamente más sencilla porque se pueden aislar estos elementos en lugar de tener que proteger toda una habitación.
Protección contra los campos eléctricos
Las líneas de los campos eléctricos se dirigen desde los puntos de mayor voltaje a los de menor, y se ven atraídas hacia los materiales conductores conectados a tierra. Por lo tanto, los campos eléctricos provocados por las líneas de alta tensión no suelen afectar al interior de los edificios, ya que están conectados a tierra debido a los materiales usados en su construcción (una posible excepción serían las casas de madera).
Sin embargo, en zonas al aire libre próximas a líneas de alta tensión, los campos eléctricos pueden ser intensos. En este caso, es posible reducirlos plantando árboles u otros objetos conductores conectados a tierra (por ejemplo, mallas de acero inoxidable) orientados hacia los tendidos eléctricos.
Por su parte, los campos eléctricos de interior están provocados por dispositivos eléctricos, por los cables de la instalación eléctrica del edificio, por los paneles eléctricos, etc. Una solución cómoda para su aislamiento consiste en usar pintura conductora o doseles específicos para camas que tengan una conexión a tierra.
¿Qué es una jaula de Faraday? ¿Cómo puedo construir una?
Una jaula de Faraday es cualquier carcasa conductora que cubre todas las superficies de una zona, lo que le permite aislar frente a la mayor parte de la radiación electromagnética artificial (con la excepción de los campos magnéticos de baja frecuencia). Por lo tanto, se trata de un concepto que debes tener muy presente si quieres saber cómo aislar tu vivienda de radiaciones electromagnéticas.
Para crear una jaula de Faraday debes cubrir todas las superficies de una habitación con materiales de blindaje o apantallamiento que estén conectados a tierra (pintura, mallas, etc.). Por otro lado, los doseles conductores para camas son una solución sencilla para crear una jaula de Faraday en la zona de la cama.
Aplicaciones de una jaula de Faraday
- Protección de equipamiento electrónico sensible frente a las interferencias electromagnéticas en laboratorios, hospitales, centros de diagnóstico, estudios de grabación, etc.
- Prevención del robo de datos de forma inalámbrica en edificios corporativos, instalaciones militares, etc.
- Mantenimiento de la funcionalidad de electrodomésticos, coches, etc., durante tormentas solares o geomagnéticas (que han provocado daños importantes en la historia reciente y que se prevé que ocurran en el futuro próximo) o debido a la emisión de pulsos electromagnéticos (EMP, por sus siglas en inglés) en caso de guerra con armas electromagnéticas o nucleares.